EL INSULTO
Por Rosabel Argote

Del antiguo conflicto palestino al moderno discurso del odio.

Un drama judicial, que despierta la disputa de pueblos enfrentados, al abordar el derecho a expresar el odio y el valor de la disculpa.

PAÍS, AÑOLibano, 2017

DIRIGIDA PORZiad Doueiri

REPARTOAdel Karam, Kamel El Basha, Christine Choueiri, Camille Salameh, Rita Hayek, Talal Jurdi, Diamand Bou Abboud, Rifaat Torbey, Carlos Chahine, Julia Kassar

ETIQUETAS TEMÁTICAS

Toni, un cristiano libanés, riega las plantas de su balcón. Un poco de agua se derrama accidentalmente en la cabeza de Yasser, palestino y capataz de una obra, lo que provoca una pelea. Yasser, furioso, insulta a Toni, y este, herido en su orgullo, decide llevar el asunto ante la justicia. Comienza así un largo proceso en el que el conflicto tomará una dimensión nacional, enfrentando a palestinos y cristianos libaneses. De hecho, el insulto de Yasser y su negativa a pedir disculpas desencadenan una serie de acontecimientos de violencia que los llevaran a ambos ante la justicia y a convertirse en un caso nacional que reabrirá heridas que nunca cicatrizaron bien y ocasionaron una guerra frontal entre cristianos y refugiados palestinos (sinopsis de FilmAffinity).

CRÍTICA VeCINEMATOGRÁFICA

Son muchas las películas que han abordado el conflicto en Palestina a lo largo de los años; pero la llegada de El insulto fue especialmente aplaudida, sobre todo por su clara intención didáctica a la hora de explicar acontecimientos históricos que marcan la relación entre el pueblo palestino y sus vecinos libaneses. Así, de entre esos acontecimientos históricos, nos recuerda que, como consecuencia de la formación del Estado de Israel, muchas personas palestinas buscaron acogida en Líbano. En este país ocuparon campos de refugiados (que, con el tiempo, se han vuelto permanentes) pasando a convertirse en un grupo estigmatizado por buena parte del resto de la población, y en especial por una derecha política impulsada por el resentimiento nacionalista. La Guerra de los Seis Días, el Septiembre Negro y la matanza de Damour se explican para buscar argumentos por parte de las dos partes enfrentadas en el juicio, el cual comienza por un problema vecinal y se acaba convirtiendo en un juicio a la historia de las relaciones entre libaneses cristianos y palestinos.

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ESCENAS DIALOGOS Y DETALLES TÉCNICOS Y ARGUMENTALES QUE NO SE NOS PUEDEN ESCAPAR

  • Falsa equidistancia en la representación de los conflictos.
    Tony y Yassen son trabajadores, se preocupan de su familia, etc. Y sin embargo el juicio terminará con un veredicto. La caricaturización de los personajes principales genera desde el comienzo una mayor empatía por uno de los dos protagonistas, aunque el planteamiento de la película pretende ser simétrico. ¿Podrás citar algún otro ejemplo de película o serie en la que esa falsa simetría de personajes inclina la balanza a la hora de juzgar el conflicto que pretende exponer?
  •  ¿Poner la otra mejilla?
    Algunas actuaciones violentas son justificadas en el juicio como actos de legítima defensa. ¿Si el ojo por ojo no es modo correcto de solucionar un conflicto, hasta cuando hay que poner la otra mejilla?
  • Reconciliación desde la historia o desde el olvido.
    La historia la escriben los vencedores, aunque también suele decirse que el tiempo da voz a los vencidos. Los acontecimientos históricos se exponen en la película en una sucesión de agravios y desagravios. Y por encima está la disculpa, en forma de gesto de acercamiento sin llegar a verbalizarse. ¿Pero cómo llegar a ese punto, desde la historia o desde el olvido?

Preguntas y reflexiones para el debate y la dinamización en encuentros y cine-forums

  • ¿Por qué odiamos?
    Podemos nacer marcados por el odio a nuestras vecinas y vecinos, por un pasado de agravios que se transmite por generaciones. O podemos odiar por pequeños incidentes. Algunas veces, como en la película El insulto, un canalón mal colocado no es el detonante sino el despertador de odio que se activa y que estaba ahí latente. En otras películas, como en la islandesa Buenos vecinos, de Hafsteinn Gunnar Sigurðsson, se nos muestran otro tipo de odio que no se encontraba antes de que surgiera el pequeño incidente, o tal vez sí. ¿Será que el odio es inherente al ser humano? ¿Nacemos sabiendo odiar; o es la sociedad la que nos enseña a sentir dicho sentimiento?
  • Derecho a odiar.
    En esta película se plantea el derecho a odiar, al menos en el ámbito privado. En ese sentido, es muy ilustrativo que el abogado, durante el interrogatorio en el juicio, pregunte si la frase “Ojalá Sharon hubiera exterminado a todos los palestinos” se pronunció o no con un megáfono, con un grafiti o en un medio de comunicación. ¿Significa eso que tenemos derecho a odiar, siempre y cuando no propaguemos nuestro odio e incentivemos a él? Aunque resulte contradictorio en estos tiempos de populismo incendiario, ¿puede reivindicarse el derecho a odiar en el ámbito público? ¿Y en el privado?